Con sorpresa me enteré de la noticia, pero al mismo
tiempo también pensando que (y así lo espero) usted lo había pensado bien
y convencida que sería una nueva oportunidad en su vida profesional.
Muchas gracias por todo el esfuerzo y el corazón que entregó todos estos años
en el periódico católico de nuestra Arquidiócesis.
Muchas gracias por su amistad y su cariño por la
comunidad. Dios la bendiga y que esta nueva aventura le traiga las mismas
o mejores satisfacciones que el trabajo que deja. Cuente con mis humildes
oraciones y reciba muchas bendiciones.
Padre José Luis González
Gresham